domingo, 20 de febrero de 2011

Como lágrimas en la lluvia

Le dice que le deje ahí, que no pasa nada, que se acercará andando, no quiere que haga nada por él, se siente mal. Coge el dinero y se baja del coche.
Comienza a llover, comienza a llorar. Ella se va, no sabe cuando va a volver a verla. Sabe lo que ella quiere, y algo que le dice que no es con él. Tiene miedo de decirlo, de estropear lo poco que pueda haber: algo con lo que en cualquier otra circunstancia se hubiese conformado, pero no ahora, no en este caso. le encantaría dárselo, sabe que puede dárselo, pero algo se lo impide... miedo, cobardía, esa sensación que hacía tiempo que no sentía, de la que había estado huyedo. Puede que ahora sepa lo que está buscando, puede que incluso lo haya encontrado, pero no puede cogerlo, se escapa, se va en aquel coche bajo la lluvia, aquel coche que se ha llevado su sonrisa, pero que no ha querido llevarse sus recuerdos, que pasean ahora con él.
Se ha decantado por ella, ha pensado en las consecuencias pero le da igual. sabe que nada a cambiado, que haga lo que haga ella no se dará cuenta. Ahora su vida sigue, continuará sin ella en aquel caos que él ha dejado que se formase a su alrededor por aprovechar la mínima oportunidad de pasar un rato juntos, dejando cualquier cosa por verla, a sus amigos, sus responsabilidades... Cada vez que ella le decía "¿Te apetece...?" le faltaba tiempo para decir que si, ese era su ritual diario. ha sido breve, le gustaría decir que intenso, pero solo sería autoengañarse, la intensidad estaba limitada por su cobardía, y ¿cómo llamarlo cuando cada uno mide sus sensaciones en diferentes tipos de sentimientos?
Ahora todo ha terminado lleno de promesas vacías. Le hubiese gustado abrazarla, decirle que todo ha terminado, que no tiene de qué preocuparse, qué con él hubiese sería diferente.
Volverá a verla, lo sabe. No sabe cuando, pero si donde, ni si habrá encontrado en otro lo que él mismo se mismo se muere por darle.